julio 08, 2010

El Gran Patrón pierde su patio trasero

Por Vicky Peláez
07 de octubre de 2008
El Diario NY
“No hay muro que no se escale ni fortaleza que no se tome”.Georgi Dimitrov
A pesar de tantas dificultades, América Latina está enrumbándose cada día, y con más fuerza, hacia el nuevo destino que sepultará su condición de “patio trasero” de los Estados Unidos, esa que ha tenido que soportar durante casi dos siglos pero sin dejar de luchar. Su marcha es percibida por todos los países a excepción del Gran Patrón que se aferra al pasado y no quiere ver los cambios, ni escuchar las voces prudentes de sus pocos sabios.

Por eso sonaban ridículas las amenazas de Condoleezza Rice a los rusos que mandaron dos aviones de guerra y una escuadra de buques a Venezuela para maniobras conjuntas. Rice dijo que “los rusos deben tener mucho cuidado en el hemisferio donde nosotros tenemos una poderosa fuerza militar”. Algunos miembros de la Cámara de Representantes fueron inclusive más lejos y presentaron una “resolución de condena a la expedición rusa que violaba la Doctrina de Monroe”. Es decir, siguen creyendo en lo que dijo el quinto presidente James Monroe en 1823: “América es exclusivamente para los norteamericanos”.

Hace un tiempo esta declaración hubiera asustado a la América Latina, pero ahora causó una sonrisa. Fue el presidente ecuatoriano Rafael Correa quien le contestó a Rice y le dijo: “si la 5ª Flota norteamericana está en América Latina ¿porqué la flota rusa no puede estar también? Ecuador está dispuesto a darles la bienvenida”. El Departamento de Estado quedó mudo. Sabían que esto iba a pasar pero no esperaban que fuera tan pronto. El documento “Global Trends 2025”, que fue entregado en 2002 al presidente George Bush por el Consejo Nacional de Inteligencia pronosticaba que “el dominio estadounidense en el hemisferio occidental se reducirá drásticamente, produciéndose la erosión de la supremacía norteamericana en las esferas de política, economía y cultura”.

En los tiempos del internet, hasta los sucesos geopolíticos sufren cambios acelerados. Y Estados Unidos, debilitado por dos guerras sin fin y sacudido por la bancarrota financiera, ya no tiene ni fuerzas, ni recursos para poner “orden en su patio trasero” que busca su propio camino hacia la prosperidad, sin la tutela del Gran Patrón.

No sólo está adquiriendo fuerza la formación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) —la que hizo fracasar un golpe fascista en Bolivia y de paso tranquilizó a los separatistas en Ecuador y Venezuela—, sino también, el Banco del Alba y el Banco del Sur están en marcha para solventar la integración política, económica y militar de América Latina. La mayoría de los países latinoamericanos, a excepción de Colombia, México y el Perú, sacó a tiempo sus reservas financieras del Tesoro norteamericano. Entonces hay recursos para invertir. A la vez, los chinos, rusos e hindúes están ansiosos de invertir en América Latina.

Contrario al modelo neoliberal, Latinoamérica debe orientar su crecimiento económico hacia adentro, y regulada por el Estado, instituciones o sociedad. Solamente así se podrá redistribuir mejor la riqueza y salir del subdesarrollo. Se está viviendo, como dijo Rafael Correa, “no cambios en la época sino cambios de la época”.

Vicky.pelaez@eldiariony.com

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